Un joven llamado José emprendedor siente que cada día comparte pocos momentos con sus seres queridos y decide invitar a su padre a pasar un día de pesca… Ellos llegan a una hermosa cabaña a lado del rio, se preparan para pescar, es entonces cuando el joven saca un pez…
-Su padre orgulloso, le dice es un buen pez.
– Responde el joven Si! Pero me preocupa que quizás esté perdiendo el mejor pescado –¿Y si pudiera atrapar un pez más grande y más sabroso?
– Su padre contesta. Talvez deberías intentarlo, Solo así lo sabrás…
Y así lo hizo José de forma que capturó un pez aún más grande.
– Con entusiasmo su padre exclamo ¡Es un gran pez!
– Menciona José, pero probablemente hay más grandes.
– Con voz de ánimo responde el padre: Quizás deberías volver a intentarlo.
José se animó y capturó otro pez mayor y así prosiguió con su idea de pescar siempre un ejemplar de mayor tamaño y de carne más exquisita.
Al final del día el hijo se estaba exhausto y no había probado bocado por lo que el padre le preguntó:
– ¿Te ha gustado el pescado?
– No lo sé. Estuve tan ocupado intentando pescar los mejores ejemplares que no tuve ni un segundo para probarlos.”
“Para cuando”??
Te dice algo esta breve historia…