Sabes que desde tu inconsciente hasta tu consciencia y desde ésta hasta aquel, el mecedor de la mente se mueve incesantemente, despiertos o dormidos, siempre comunicando, existiendo siempre. Tu mejor que nadie puedes probar, con experiencia propia que tu mente funciona como un cine; donde cada circunstancia que la consciencia percibe, al instante se activa el proyector del inconsciente y el sujeto comienza a proyectar su propia película que dependiendo del público o del ambiente, el tema será de amor, dolor, terror, humor, aventura, drama, tragedia, guerra o conflicto… Por ejemplo, si las relaciones con mi padre pocas veces o nunca resultaron satisfactorias, mis películas con personas o ambientes que representen autoridad serán de miedo, sumisión, rebeldía y problemáticas. Las relaciones con estas personas y ambientes, así como las sensaciones que las acompañen serán ruidosas, de poca nitidez y desagradables. Si por el contrario, las relaciones con mi padre derivaron satisfacciones, entonces la película que protagonizaré con esas personas o ambientes resultará agradable, de fácil adaptación, de fluida interacción con los otros actores, mi boca estará salivada y las sensaciones de comodidad se harán evidentes.
¡Es la razón por la que tu mente, la mía y la de la gran mayoría de seres humanos desde sus inicios hasta los últimos descubrimientos SIEMPRE ESTA SIENDO! El movimiento es su constante.
En alguna ocasión escuche decir a una persona muy sabia: Naciste para vivir y morir en armonía y cuando ésta se esta quebrantado o reprime, nuestro auténtico yo que es el Inconsciente, se rebela y se venga atacando al cuerpo en forma de somatizaciones progresivas: Ansiedad, tortícolis, hemiplejías, úlceras, cáncer e infartos… ¡Así de sencillo! 🙂