La Programación Neurolingüística, donde no importa el contenido, sólo el proceso o continente, la experiencia global, porque la PNL actúa sobre este continente cambiando su sentido y lo sentido, realizando un aprendizaje y generando mil opciones posibles.
El mundo puede ser tantas representaciones como podemos imaginar.
He aquí donde se tiene presente que percibimos el mundo no como en realidad es, mejor dicho como somos nosotros.
“Todo es ley” dice Moisés,
“ Todo es amor” practica Jesús
“ Todo es infinito” delimita Copérnico;
“ Todo es evolución” descubre Darwin.
“ Todo es inconsciente” analiza Sigmund Freud
“ Todo es relativo” observa Einstein.
“ Todo es biológico” siente Hamer
“ Todo es subjetivo” re – enmarca la PNL.
Tu sabes, que todos tenemos esa parte sabia dentro de si. Y claro, la parte del ser humano llamado el inconsciente, es para la PNL, lo que somos como individuos: incluye todo aquello que necesitamos para sobrevivir, las experiencias que vamos forjando en nuestra vida y aquellas informaciones que heredamos de alguna u otra manera, funciona como un conjunto de programas que corren por debajo de nuestra consciencia de una manera automática, en algún momento de nuestra existencia se fueron creando y permanecen ahí, aun sin que nos demos cuenta, el problema viene cuando alguno se vuelve disfuncional: tiene los efectos devastadores de los virus, sufrimos las consecuencias y nos volvemos locos buscando la causa, lo curioso de esto es que no la vemos pero si podemos sentirla y hasta la expresamos.
Voy muy de acuerdo con una pequeña analogía de lo que es la PNL un arte/ciencia de acción para ayudarte a comunicarte con esas profundidades que tanto miedo te da indagar, y de optar por la posibilidad para cambiar algo en tu paraíso más profundo, para hacerlo un lugar maravilloso para vivir…
Y como dice Susana Benito Se trata de desenmascarar como lo haría un detective, el secreto, el misterio, el sufrimiento o el acontecimiento reprimido que causa el trastorno en el otro. Pero ¿cómo hacer?
… El ladrón de la corona la escondió en su cabeza para que nadie la viera; y funciona!
Pues bien ¡ Nuestro problema más grande es que para disimularlo a nosotros – mismos como a los demás, lo hemos escondido. ¿Sabe Vd. donde? En nuestro lenguaje.